Para Jaime Guillen, Jardín de Dios, es su taller de pintura donde con la ayuda de su Creador, trabaja el talento y arte que El a puesto en sus manos.
Con la ayuda de Brenda, su esposa, plasma su creatividad en diferentes materiales que van desde madera hasta papel en productos como tarjetas, separadores de libros, magnetos para refrigerador, pisapapeles, lápices decorados, tejas decoradas, batellas y en fin una gama de artículos artesanales y obras artísticas con el sello de originalidad que solo Jaime Guillen le puede dar.